El tiempo no para,
y vos tampoco.
Si la vida te exige,
queremos verte bien.
Menos gripe,
más anécdotas.
Aliviá la tos con lo mejor
de la naturaleza.
Infecciones respiratorias
Consejos
Consultas frecuentes
Con la llegada del frío y los cambios de temperatura en las estaciones de otoño e invierno se eleva el riesgo de contagio de la gripe, sobre todo en aquellas personas más vulnerables, como los niños menores de 5 años, las personas mayores de 60 años o los pacientes inmunodeprimidos. Los contagios por esta enfermedad hacen que se incremente la tasa de hospitalización, la mortalidad y la demanda en recursos de salud durante esta época del año. Aunque la vacunación es la mejor forma de prevención de la gripe, conviene conocer una serie de pautas sencillas como: lavarse las manos frecuentemente, utilizar pañuelos descartables, ventilar las habitaciones, consumir alimentos ricos en vitaminas A y C, beber abundante cantidad de liquido, realizar actividad física y evitar cambios bruscos de temperatura.
Lavarse las manos frecuentemente, cuidarse del frío y la humedad, dejar de fumar, consumir alimentos ricos en vitaminas y minerales, Beber abundante cantidad de liquido, hacer reposo.
El virus causante de la gripe es el virus de la influenza, tiene un inicio de presentación brusco (18 a 36 horas), con un promedio de duración de 7 a 10 días y puede ser potencialmente grave sobre todo en pacientes con patologías previas. Se acompaña de fiebre alta 38° a 40°, dolor de cabeza, dolores musculares en piernas y espalda, malestar general, debilidad y fatiga.
El resfriado o catarro común es producido por ciertas cepas de virus diferente al de la gripe como el rinovirus y coronavirus, presenta un periodo de incubación entre 48 a 72 horas, y una duración promedio entre 7 a 10 días.
Los síntomas mas frecuentes son irritación ocular, picazón de garganta, tos seca o productiva, congestión y secreción nasal acuosa abundante, estornudos, malestar y cansancio leve. Generalmente se resuelve sin complicaciones.
El virus de la gripe se contagia de una persona a otra a través de las gotitas expulsadas al hablar, toser o estornudar y también al estar en contacto con objetos previamente contaminados por virus y tocarse a continuación la nariz, la boca o los ojos.